15/3/10

Vivimos llenos de miedos, preocupados. Desde niños nos inculcan avanzar en la vida con un esquema en la mente de las metas que queremos o mejor dicho que debemos ir consiguiendo para ser personas “ normales ” ante la sociedad y ante los roles que vamos aprendiendo y que se establecen como ejemplares a seguir para una mejor calidad de vida, si no lo logramos tal cual están estipulados, podemos hablar de que hemos fracasado en la vida, a medida que vas viviendo vas encontrando lo que vas esperando, sin contar que todo no es tan sencillo y te van fallando los argumentos hasta encontrarte en un estado en el que te paras y dices:
¡ hacia donde voy ¡ has conseguido lo que se supone que necesitas en esta vida para llegar a ser una persona completa, ahora solo queda conservarlo, pero te planteas si realmente lo que tienes es lo que quieres o inconscientemente lo has buscado por que es lo que debías hacer, en realidad sientes que no estas preparado, dudas si es esa persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, dudas si es ese trabajo el que quieres realmente, dudas de lo que has hecho bien o has hecho mal, dudas, dudas y más dudas, incluso muchas veces por miedo nos limitamos las posibilidades de conseguir nuestros propios deseos, limitamos y condicionamos nuestra libertad al escoger aquellas acciones cuyas consecuencias nos son supuestamente placenteras o menos dolorosas, ya esto lo explicaban con el hedonismo Psicológico, uno de los mecanicismos de la conducta muy acertado, teniendo en cuenta que gran parte de la sociedad esta influenciada por esta teoría.
Cuando las situaciones cambian sin uno esperarlo nos asustamos ante lo desconocido, entramos en el temido estado de perdición de la identidad de uno mismo, no encontramos el camino ni los ánimos para seguir adelante, sabemos que lo que teníamos nos ha fallado y solo nos preocupamos en magnificar para nosotros un problema inexistente anulando todo lo bueno que nos rodea.
¿Por qué se consideran como fracasados a aquellas personas que no han conseguido un trabajo estable, o no poseen bienes materiales, o no encuentran una pareja?
¿Por qué nos hemos creado este rol a seguir para ser felices? Creo que esto es lo que nos hace tan infelices, el perseguir metas que a veces no conseguimos porque nos la hemos exigido con tanta perfección que nunca llegamos a ellas y aquellos que dicen que lo han logrado, simplemente se están conformando con lo que han encontrado.
La mayoría se sienten incompletos, buscan desesperadamente llenar ese vacío que no consiguen identificarlo ni ponerle nombre, ese vacío que por mucho que intenten llenarlo sigue intacto, sigue vacío.
Nos llevamos casi toda la vida buscando la felicidad, sin darnos cuenta de que está en nosotros mismos y que es un estado de ánimo al igual que la tristeza que no es eterna ni tangible, forma parte de la personalidad de cada cual.
Deberíamos aprender a vivir el presente y a pensar en él, porque es lo único que existe y se puede cambiar, a considerar los errores del pasado como pura experiencia y a no vivir pensando en él, que ya quedó atrás, o encerrarnos en intentar adivinar el futuro que tiene que llegar, si este no lo conocemos, ¿ por qué no esperar a que nos sorprenda? Y pulir nuestra conciencia y prepara nuestras defensas ante las dificultades que se nos presentan, saber actuar y sacar lo positivo a todo lo inesperado y preocupante que puede llegar a ser lo desconocido. En definitiva, aprender a NO TENER MIEDO, a saborear la vida y a no esperar nada de los demás, tan sólo de nosotros mismos, solo así encontraríamos la seguridad para andar un camino que a veces se nos haría menos duro y doloroso.
La mente es tan compleja, tan amplia, tan dominante, que quizás trabajándola nos llevaría a conocernos mejor y a abastecer las múltiples dudas e interrogantes que se nos presentan cada día con nuestras propias respuestas estudiadas de las experiencias vividas, de la forma de ver la vida que adquiramos, etc.… en fin, es todo muy relativo, la verdad es relativa, la realidad también es relativa, hasta nuestra propia existencia aquí.
Si fuésemos más conscientes de que la vida no es una escalera ya diseñada en la que subes cada peldaño como han seguido otros, sino que tenemos que construir nosotros mismo cada escalón para poder avanzarlos, quizás todo sería diferente, tendríamos la capacidad de diseñar a nuestro antojo un camino a seguir más firme y seguro, andaríamos con la tranquilidad de que lo estamos labrando nosotros mismos y no viviríamos con la inseguridad de que el camino que nos obligan a tomar puede hundirse de un momento a otro por cualquier escalón sin esperarlo.
La sociedad, el mundo, el universo, está lleno de étnias, culturas, personalidades, pensamientos,… ¿Por qué no aprovechar la oportunidad de ser, de existir, entre millones y millones de personas?, ¿Por qué no disfrutarla en toda su esencia?, ¿Por qué tener esa angustiosa sensación de vacío con todo aquello que emprendemos? y ¿Por qué no considerar este simple comentario como un cambio hacia un bienestar emocional?.



27/2/10

A veces la palabra justa es esa que calla…
A veces no hay palabras…
A veces las palabras se escuchan sin que sean dichas…
A veces callamos para evitar más dolor, y en silencio aparecen las palabras que tanto necesitábamos….
Un silencio, una palabra sencilla o un monólogo irritante….
Todo habla, todo dice….
A veces hay que pasar de la palabra al acto, porque el resto es puro bla bla…